Nuevas condiciones de vida no han sido comodas para el líder del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, quien en los últimos días se ha quejado del trato «cruel e injusto» que recibe en la cárcel de Colorado, EE.UU.
«El trato que recibo es cruel e injusto. He sufrido mucho. Me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre», señaló «El Chapo» en una carta para las autoridades americanas.
Además, dijo que sufre dolores de cabeza, calambres musculares, estrés, depresión y pérdida de memoria.
Por el reclamo, la defensa del narcotráficante ha presentado una querella con lo que buscan un cambio en la rutina carcelaria.
«Las dos únicas personas que lo pueden visitar socialmente son sus hijas. Tiene solamente dos llamadas al mes sociales de 15 minutos con su hermana Bernarda y con su madre Consuelo, o las niñas», indicó su abogada Mariel Colón.
Por otro lado, existen los «chapitos» que son los hijos de «El Chapo», donde hoy manejan el cartel de Sinaloa y son buscados por la justicia americana. La Casa Blanca ha ofrecido 20 millones de dólares por quien capture a los llamados «chapitos».
Joaquín Guzmán Loera permanecerá el resto de su vida en prisión y el siete de julio se fijó una audiencia en donde se analizará la situación.
