Su historia se viralizó en redes sociales. Ramón Durán se instala en un semáforo para vender su arroz con leche y queso de leche en la avenida Benjamín Carrión, a la altura del monumento del papagayo, en el norte de Guayaquil.
Este es su sitio de trabajo desde hace más de siete años. Ramón salió de Venezuela con su familia e hizo de Ecuador su nuevo hogar.
Sin embargo, recientemente una nueva situación golpea a su familia: a su hija le detectaron un cáncer en la columna.
Desde allí, su empeño y constancia por salir adelante lo llevaron a pasar entre doce y catorce horas en este sitio para vender sus postres. Trabaja desde las 10:30 hasta cuando se le acaba el producto, incluso hasta pasada la medianoche.
Ramón se siente agradecido por la acogida de los ecuatorianos. Quienes transitan por el sector lo identifican por su vestimenta y compran el producto, dejándole también una que otra palabra de aliento.
Las redes sociales lo han ayudado para promocionar su producto e incluso días atrás pidió en Instagram que le sigan comprando sus postres para poder mandarle dinero a su hija en Venezuela.
En Instagram se lo puede encontrar con el usuario @duranramon03. Allí comparte información sobre su emprendimiento.
Para Ramón sacar adelante a sus hijos siempre ha sido su motor de lucha, y ahora mucho más con esta prueba en la que busca un milagro.