En Cadeate, la mitad de la población se dedica a la panadería. Se trata de una comuna perteneciente a la parroquia rural de Manglaralto, en la provincia de Santa Elena.
El aroma a pan caliente atrae a quienes transitan por la avenida 24 de mayo. El producto promete ser fresco y cada día la vitrina de las 45 panaderías se llena a la espera de ser degustado.
Lorenzo Figueroa lleva más de 60 años como panificador y aún conserva el tradicional horno artesanal de barro que hizo con sus manos hace 30 años.
En otra esquina de la panadería se encuentra María Tómala. Ella es nuera de Don Lorenzo y forma parte de las mujeres de la comuna que se encargan de la repostería y la elaboración de dulces.
Cadeate se caracteriza por sus panaderías, que se encuentran en cada rincón. La comuna levantó su monumento en homenaje al panadero y se ha convertido en un punto turístico.
El horno de leña de Lorenzo Figueroa se mantiene encendido, siendo la herencia familiar para mantener el legado de panaderos a su próxima generación.
En Cadeate, hay que tener claro que nunca faltará el pan.