Frank Demera, un joven manabita que vende helados en su universidad para continuar estudiando se ha ganado los aplausos de la gente por su perseverancia. A sus 22 años, el estudiante de Enfermería de lunes a jueves toma el bus desde su natal parroquia Crucita y, ya vistiendo su uniforme médico, camina entre los salones de la institución, en los que estudia y oferta helados. Sus compañeros lo han apoyado bastante en su emprendimiento.