Cuatro estafadores convencieron a una familia que dieran 50.000 dólares para ingresar a un centro espiritual con el supuesto fin de no contagiarse de lepra. Además de leerle la mano orquestaron un engaño de una supuesta carta donde la familia tendría un cruel sufrimiento. Una vez que le dieron el dinero la banda desapareció.
Las víctimas denuncuaron el caso y las autoridades detuvieron a los estafadores que ya habían sido procesados por un hecho parecido. Ahora se les dictó una nueva sentencia de 13 años de prisión por el delito de estafa.