Marlene Engelhorn, de 29 años, es estudiante austriaca y descendiente de los fundadores de BASF, una de las mayores compañías químicas del planeta. La joven, en esta oportunidad, hizo noticia por rechazar una millonaria herencia, aunque lo que más sorprendió fue su argumento para tomar esta decisión.
Y es que el dinero para Marlene se ha transformado en algo normal, puesto que toda su vida vivió cómodamente gracias al esfuerzo de su familia. Incluso, su abuela, llamada Traudl Engelhorn-Vechiatto, se encuentra en el puesto número 687 de las personas más ricas del mundo, según Forbes.
La mujer tenía pensado que su nieta heredara el dinero conseguido en todos los años que ha funcionado la empresa. Sin embargo, Marlene renunció al 90% del monto, es decir, a 4.200 millones de euros (4.200 millones de dólares americanos) , informa Huffington Post.
Marlene, que estudia Lengua y Literatura Alemanas, creció en Viena en una «casa que era demasiado grande», como ella la describe, y fue a una guardería y a una escuela privadas. «Niña rica privilegiada, esa fue mi infancia», resume. Marlene es descendiente de Friedrich Engelhorn, el hombre que fundó la empresa Badische Anilin-und Soda-Fabrik, más conocida por BASF, en la actualidad la compañía química más grande del mundo: en 2020 registró unas ventas de casi 60.000 millones de euros.
Marlene contó que su abuela, cuando tenía 94 años, le confesó que planeaba heredarle el dinero, pero no lo tomó muy bien en ese momento, puesto que era dinero que había adquirido su familia y no ella: «No sabía qué hacer con eso, pero después comencé a pedir consejos a gente de mi entorno, hablé con expertos y llegué a la conclusión de que no debería ser mi decisión qué hacer con el dinero de mi familia, por el cual no he trabajado yo».
Al mismo tiempo, dejó en claro que «realmente vi que así no podía ser feliz… Si nadie inventa, desarrolla, manipula, vende los productos, entonces no hay ganancia».
En cuanto a su decisión, Marlene, para evitar cuestionamientos, afirmó que «no es que no quiera ser rica, es que no quiero ser tan rica«.
Cabe señalar que la joven ha encabezado una especie de campaña para que las personas que ganen más dinero paguen más impuestos, abogando por una justicia fiscal. Asimismo, ha manifestado que un impuesto a los súper ricos es esencial para enfrentar crisis como el coronavirus o el tema de la desigualdad.
«Necesitamos la redistribución de la riqueza, la tierra y el poder, y necesitamos que sea un proceso transparente y democrático; para mí, esto significa: ¡impuestos sobre la riqueza!«, expresó.