Lauren Proud, quien es vicepresidente de la empresa de pinturas Rosco, confirmó al medio Los Angeles Times que el rodaje de Barbie agotó la pintura rosa de una empresa. “Se usó tanta pintura rosa que causó escasez”, confirmó la diseñadora de la película.
Proud añadió además que usaron para Barbie “todas las existencias de pintura”, exactamente del color rosa fosforescente, el cual es característico de la muñeca de Mattel.
Como dicen desde la propia empresa de pinturas, «El mundo se quedó sin rosa».
La distribución del color se complicó no solo por el rodaje, sino también por la covid-19. La cinta se grabó en 2022, y en ese momento la pandemia de coronavirus había provocado una ralentización de la cadena de suministros a nivel global que hacía que los bienes y productos no siempre llegaran con facilidad a su destino final, algo que se complicó especialmente por los confinamientos masivos en China, el gran suministrador del planeta.
Además, según ha explicado The Guardian, el clima extremo que afrontó el Estado de Texas en 2021, con históricas e inéditas nevadas en febrero y lluvias torrenciales en agosto del mismo año, “afectó a los materiales fundamentales usados para crear la pintura”, según el diario británico.
Greta Gerwig, directora de la película, dijo durante una entrevista que tanto ella como la jefa de diseño de producción, Sarah Greenwood, y la decoradora Katie Spencer, charlaban acerca de cómo se dio vida a los espacios del filme y sus dificultades. “Quería unos rosas muy brillantes, y todo tenía que ser demasiado. No quería olvidar lo que me hizo amar a Barbie cuando era niña”, reflexiona. Tanto que, como dice literalmente, “el mundo se quedó sin [color] rosa”, dijo ella.
Los fans podrán ver la inmensidad de rosa, rosa y más rosa fosforito —aunque ni el tono exacto ni la cantidad han sido desveladas— a partir del 21 de julio en los cines de todo el mundo.