Estalla la crisis de agua en Uruguay. La peor sequía en 74 años está afectando las principales fuentes de suministro de agua en Montevideo. La escasez obligó a las autoridades a utilizar agua cercana al Río de la Plata, que tiene una mayor salinidad para el servicio diario de los ciudadanos en sus hogares.
La solución gubernamental ha provocado graves consecuencias tanto para los electrodomésticos, que no pueden hacer frente al exceso de sodio en el suministro de agua como a la población, quienes reportan quejas sobre dolores de cabeza y estómago por el consumo del líquido.
El precio de un bidón de agua de seis litros subió un 10% en junio desde mayo, según el Ministerio de Economía. El Gobierno se esfuerza por hacer frente a la crisis, aunque el presidente Luis Lacalle Pou advirtió la semana pasada que la calidad del agua probablemente empeoraría antes de mejorar.
Así se ve la represa de Paso Severino. La regla que mide la altura del embalse ya no mide nada. Está fuera del agua. Eso nunca antes había pasado. Los operarios dicen que van a alargarla. Desde hace dos semanas a ahora se nota claramente cómo bajo el nivel pic.twitter.com/7IW2sdFuWY
— Darío Klein (@KleinDario) June 20, 2023
Ignacio Lorenzo del departamento de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, explicó a la cadena CNN que el panorama tras las sequías dejan sin agua a todos los ciudadanos.
«Hace dos meses en Uruguay se consume agua dulce mezclada con agua salada debido a las sequías«, dijo el especialista.
Montevideo y el área metropolitana tienen dos grandes fuentes de agua potable: el embalse de Canelón Grande, aportaba unos 10 millones de metros cúbicos de agua pero que quedó seco, y Paso Severino, que se está quedando sin agua.
Según el reporte de ayer de la Presidencia uruguaya, en Paso Severino quedaban 1,2 millones de metros cúbicos de agua y se utilizan 80.000 por día.
¿Por qué se llegó a esta situación límite?
Uruguay no sintió como una prioridad la inversión en alternativas a Paso Severino y los proyectos quedaron esperando, según explica La Nación.
Pero la situación de sequía se agravó en el verano con costo millonario alto para el sector agropecuario primero y con amenaza al servicio de agua potable después.
Autoridades de la Administracion Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE) coinciden en que si se hubiera concretado el plan del gobierno anterior con nueva planta en Santa Lucía, eso no hubiera sido suficiente para superar este problema.