Yoweri Museveni, presidente de Uganda, promulgó una nueva ley en contra de la homosexualidad.
La enmienda aclaró que no será delito ser homosexual, pero sí los «actos”.
Ya se habla que estas leyes son una de las más duras del mundo contra el colectivo LGBTI.
Las relaciones entre personas del mismo sexo ya eran ilegales en Uganda, así como en más de 30 países africanos, pero la nueva ley va mucho más allá.
Cualquier “acto” homosexual puede ser castigado con cadena perpetua y pena de muerte.
La legislación indica que se podrá contemplar la pena de muerte en los “casos agravados” como tener relaciones homosexuales con alguien menor de 18 años o infectar a una pareja sexual con una enfermedad crónica como el sida.
Durante su tramitación, esta ley fue criticada por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Sin embargo, la medida cuenta con un amplio apoyo de la opinión pública en Uganda.