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Tres de cuatro familiares murieron tras comer hongos en un almuerzo

Una comida con supuestos hongos de la muerte servidos en un almuerzo familiar a fines de julio está en el centro de una investigación de homicidio en Australia luego de la muerte de tres invitados menos de una semana después.

Erin Patterson sirvió la comida a sus exsuegros y a la hermana y esposo de su suegra, quienes estaban invitados en su casa en la ciudad de Leongatha, en el sur de Victoria, Australia, el 29 de julio, según la Policía de Victoria.

A los pocos días, Gail Patterson, de 70 años, y su hermana Heather Wilkinson, de 66, murieron en el hospital, seguidas por Don, el esposo de Gail, de 70 años, un día después.

Un cuarto invitado, el esposo de Wilkinson, Ian, un reverendo de 68 años, permanece gravemente enfermo en el hospital.

Sus muertes han conmocionado al pequeño pueblo y en los últimos días los feligreses de la cercana Iglesia Bautista Korumburra se han reunido para rezar por la recuperación de su reverendo, quien, según los informes, necesita un trasplante de hígado.

En una conferencia de prensa este lunes, el detective inspector Dean Thomas de la brigada de homicidios de la Policía de Victoria dijo que Patterson es sospechosa porque ella preparó la comida y es el único adulto en el almuerzo que no se enfermó.

Los dos hijos de la expareja también estaban en el almuerzo, agregó, pero comieron una comida diferente y no mostraron signos de enfermedad.

“Tenemos que mantener la mente abierta en relación a esto. Podría ser muy inocente”, dijo Thomas. “Pero de nuevo, simplemente no sabemos en este momento… aparecen cuatro personas y tres de ellas fallecen, hay otra en estado crítico, así que tenemos que trabajar en esto”.

Los síntomas sufridos por los invitados de Patterson son consistentes con el envenenamiento por los hongos de la muerte, dijo Thomas, aunque los informes de toxicología aún no muestran exactamente lo que consumieron.

El Departamento de salud de Victoria, Victoria Health, emitió una advertencia sobre los champiñones de la muerte (Amanita phalloides) en abril, describiéndolos como “extremadamente venenosos” y enumerando síntomas de consumo que incluyen violentos dolores de estómago, náuseas, vómitos y diarrea.

“Incluso si los síntomas iniciales desaparecen, puede haber ocurrido un daño hepático grave que puede resultar en la muerte”, decía la advertencia.

Nativas de Europa, la presencia de estos hongos de la muerte se confirmó por primera vez en Australia en la década de 1960, y casi siempre crecen cerca de árboles introducidos, como por ejemplo robles, según Royal Botanic Gardens Victoria.

No está claro de dónde provienen los hongos que se consumieron en el almuerzo de Leongatha, o de qué tipo eran. Las toxinas en las setas mortuorias no se pueden destruir hirviéndolas, cocinándolas, congelándolas o secándolas, y comer solo una pequeña porción puede provocar la muerte.

Cuando los reporteros le preguntaron qué comida había cocinado, Patterson no respondió, sino que se retiró a su casa y les pidió que la dejara en paz.