La Organización Mundial de la Salud (OMS) está convocando a su comisión de emergencias para analizar por segunda vez si el brote creciente de viruela del mono debe ser declarado crisis mundial.
Algunos científicos han alertado que las sorprendentes diferencias entre los brotes en África y en los países desarrollados podrían complicar cualquier respuesta coordinada y posiblemente profundizarán las desigualdades existentes entre países ricos y pobres.
Las autoridades africanas dicen que ya están tratando la epidemia del continente como una emergencia, pero los expertos en otros lugares alegan que la forma leve en que la viruela del mono ha aparecido en Europa, América del Norte y otras regiones hace innecesaria una declaración de emergencia, incluso si el virus no se puede contener. Las autoridades británicas redujeron recientemente su evaluación de la enfermedad, alegando que no es grave.
La viruela del mono se ha arraigado durante décadas en partes de África central y occidental, donde los animales silvestres enfermos infectan ocasionalmente a las personas en zonas rurales, en epidemias relativamente contenidas.
La enfermedad ha circulado en Europa, América del Norte y otras regiones desde mayo por lo menos entre hombres homosexuales y bisexuales. La epidemia en los países ricos probablemente fue detonada por dos fiestas rave en España y Bélgica.
Algunos expertos temen que estas y otras diferencias puedan profundizar las desigualdades médicas existentes entre las naciones pobres y ricas.
En la actualidad hay más de 15,000 casos de viruela del mono en todo el mundo. Si bien Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otros países han comprado millones de vacunas, ninguna ha ido a África, donde una versión más grave de la viruela del mono ya ha matado a más de 70 personas. Los países ricos aún no han informado de ninguna muerte por viruela del mono.