El Consejo de la Seguridad de Irán informó este sábado, 3 de diciembre, que «más de 200 personas han perdido la vida», durante las protestas en la República Islámica que comenzaron en septiembre y aseguró que las fuerzas de seguridad desde ahora actuarán de modo más activo ante cualquier manifestación.
El citado Consejo que opera bajo el control del ministro del Interior, Ahmad Vahidí, en un comunicado dijo que los 200 muertos lo fueron en ataques terroristas durante los disturbios y perturbadores y elementos contrarrevolucionarios armados miembros de grupos separatistas, informó la web oficial del Ministerio del Interior.
Esta es la primera vez que desde el comienzo de las protestas, el 16 de septiembre, que Irán publica cifras oficiales de los muertos. «En cuanto a los manifestantes, la República Islámica de Irán los ha tratado con la máxima tolerancia» pero «el plan del enemigo para la continuación de los disturbios y la paciencia estratégica del sistema» ha provocado grandes daños, añade el comunicado.
Asimismo advierte que el Consejo de la Seguridad «actuará de modo más decisivo» y «las fuerzas de seguridad y de policía con toda su fuerza y determinación no permitirán más que algunos perturbadores con el apoyo de agencias de inteligencia extranjeras pongan en peligro la seguridad pública de la sociedad».
«Por lo tanto, cualquier perturbación del orden público y reunión ilegal en cualquier nivel y lugar será tratada con decisión y sin tolerancia», agrega.
Este comunicado se publica en medio de unos nuevos llamamientos a protestas en contra del sistema para el 5, 6 y 7 de diciembre, que se ha hecho viral en las redes sociales.
Las protestas en Irán comenzaron el pasado 16 septiembre, tras la muerte bajo la custodia policial de una joven kurda de 22 años llamada Mahsa Amini, que había sido arrestada por llevar supuestamente mal puesto el velo islámico.
Oenegés extranjeras, como Iran Human Rights, con sede en Oslo, sitúan el número de muertos en 448 en la fuerte represión policial.
Además, al menos 2.000 personas han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las mismas, de las que seis han sido condenadas a muerte hasta ahora.