La fiscalía solicitó cadena perpetua contra el chileno Nicolás Zepeda por el asesinato con premeditación de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki en 2016 en Francia, un drama sobre el que la defensa planteó este miércoles un escenario alternativo de homicidio accidental.
¿Y si Narumi murió por un golpe en la cabeza contra un radiador durante una pelea?, planteó el abogado defensor Renaud Portejoie al tribunal formado por tres magistrados y nueve jurados populares, ante una abarrotada sala del Palacio de Justicia de Vesoul (este).
«¿Qué cambia? ¡Cambia que ustedes lo absuelven [de asesinato]! Sería culpable de violencia deliberada con resultado de muerte sin intención de darla», aseguró Portejoie, un escenario que si el tribunal lo retiene implicaría una pena menor.
En primera instancia, Zepeda, que niega los hechos, fue condenado en 2022 a 28 años de prisión por el asesinato premeditado de Narumi, cuyo cuerpo nunca apareció. El acusado recurrió la condena y ahora enfrenta de nuevo la cadena perpetua en apelación.
Kurosaki desapareció el 4 de diciembre de 2016 en Besanzón (este de Francia), donde estudiaba un año de intercambio, y, según la acusación, el chileno la habría matado en la madrugada del día 5 en la residencia universitaria antes de deshacerse del cadáver.
«Nicolás Zepeda la asfixió o la estranguló», aseguró el fiscal Étienne Manteaux. Para el ministerio público, los «gritos de mujer» que se escucharon de madrugada son la «prueba central» de que murió.
Por estos hechos, el fiscal pidió cadena perpetua por asesinato y consideró además que existían los agravantes de premeditación o el de violencia por una expareja. «Es un feminicidio en todo el sentido que le da actualmente la sociedad», subrayó.
El fiscal presentó al acusado como un «macho herido» y «celoso», que no habría aceptado que su expareja se marchara a estudiar a Francia, escapando de su «control», rompiera con él semanas después e iniciara una nueva relación con Arthur del Piccolo.
Alma errante
La última jornada del juicio, antes de que el tribunal se retire a deliberar el jueves tras la última palabra del acusado, estuvo marcada por los alegatos y el llanto de una inconsolable madre de Narumi Kurosaki, que obligó a suspender la audiencia media hora.
La familia de la japonesa, cuyo cuerpo «nunca se hallará», está sumida en un «duelo imposible», dijo al tribunal su abogada, Sylvie Galley. Su madre «imagina el alma de su hija errando en el bosque», explicó.
Para la acusación, Zepeda se deshizo del cuerpo de su exnovia en una zona boscosa situada a unos 50 kilómetros de Besanzón, quemándolo con el bidón de combustible y las cerillas que compró días antes o arrojándolo al río Doubs.
Pero las labores de búsqueda, con medios aéreos, terrestres y buzos, no permitieron localizarlo. El otro abogado defensor Sylvain Cormier cuestionó así que la acusación concediera a su cliente «cualidades sobrehumanas» para desplazar un cuerpo por un bosque.
«Este caso se convirtió en un asunto de Estado», sentenció el exletrado del futbolista Karim Benzema, dejando entrever que la fiscalía se empeña en acusar a Zepeda por los importantes medios desplegados para realizar una investigación a su juicio incompleta.
Pero entre las «abrumadoras pruebas» para Manteaux figura la conexión a las cuentas de mensajería electrónica y de una red social de Kurosaki desde España, Suiza y Chile, coincidiendo con la presencia del chileno en estos países días después de la desaparición.
Para la acusación, Zepeda se apoderó del celular de su exnovia y se hizo pasar por ella para enviar mensajes a través de sus cuentas de mensajería y redes sociales a sus allegados, retrasando así el inicio de la búsqueda hasta su regreso a Chile el 13 de diciembre. El veredicto se espera el jueves.
FUENTE: AFP.