Carlos III se convirtió en rey inmediatamente después de la muerte de su madre, la reina Isabel II, pero no fue hasta este sábado 10 de septiembre cuando su nuevo rol fue oficialmente confirmado en el Palacio de St. James, en el centro de Londres.
El monarca fue proclamado por el Consejo de Ascensión y prestó juramento durante una elaborada y tradicional ceremonia, que no se había llevado a cabo en más de siete décadas.
Durante el acto, que fue televisado por primera vez en la historia, las banderas que se habían bajado a media asta en duelo por el fallecimiento de la reina Isabel se izaron de nuevo para celebrar al nuevo rey.
«Sé cuán profundamente ustedes, la nación entera -y diría que el mundo entero- simpatizan conmigo en esta irreparable pérdida que hemos sufrido», dijo el rey Carlos III.
«La simpatía expresada por tanta gente a mi hermana y hermanos es mi mayor consolación. Y ese abrumador cariño y apoyo debería ser extendido a toda nuestra familia en nuestra pérdida».
También rindió homenaje a Camila, la reina consorte. «Estoy profundamente alentado por el apoyo constante de mi amada esposa», dijo.