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50 sacerdotes gays «salen del closet» para denunciar la homofobia dentro de la Iglesia católica

Medio centenar de sacerdotes homosexuales han elevado la voz públicamente para denunciar la «homofobia interiorizada» en la Iglesia católica que, al final, les relega al silencio como «única vía de supervivencia»

Los cincuenta sacerdotes han hecho estas afirmaciones en un comunicado publicado en el medio italiano Domani. Bajo el titular «Sínodo, la salida de los sacerdotes italianos: Contra nosotros, la Iglesia sólo tiene palabras duras«, afirman que existe la «caza de brujas en los seminarios».

Aseguran además que la formación que reciben en dicho seminarios se basa en «documentos oficiales e instrucciones emitidas sin sustento científico, sino solo prejuicios sociales«. Otro de los temas en los que ponen el foco es en lo que denominan como «ideología de género», que también dicen que está en el punto de mira de la Iglesia.

Con este documento hecho público por el periódico italiano y, que forma parte de una colección centrada en los cristianos LGTB, pretenden «fundar una Iglesia acogedora a partir de un sacerdocio que, para ser tal, necesita una coherencia de la persona, sin miedo a aceptarse como se es».

Fue tan solo hace dos años, en 2020, cuando el papa Francisco aseguró que las personas homosexuales deben estar protegidas por las leyes de unión civil. Esta fue la primera vez en la Historia de la Iglesia que un pontífice hizo una declaración en favor de los derechos de los homosexuales.

«Las personas homosexuales son hijos de Dios y tienen derecho a estar en una familia. Nadie debe ser expulsado o sentirse miserable por ello», afirmó entonces en un documental titulado Francesco.

Dos años más tarde, ya en enero de 2022, solicitó a los padres que acompañen y no «condenen» a un hijo que forme parte del colectivo LGTB. Sin embargo, en marzo, con motivo del 8M, las mujeres feministas de la iniciativa internacional Catholic Women’s Council (CWC) aún tenían que continuar pidiendo una Iglesia nueva que «acompañe sin juzgar la diversidad de las familias, así como de identidades y orientaciones sexuales».