Viticultores y comerciantes franceses innovan en sus métodos de venta y comunicación, con vino en cócteles, enlatado, en venta directa o recurriendo a ‘influencers’, para incentivar el interés de los consumidores.
La tradicional botella de vino, símbolo del estilo de vida francés es menos popular. Las razones son múltiples: el auge de la sobriedad, el desinterés de los más jóvenes por un producto percibido como complejo e intimidante, los cambios de hábitos en la mesa o bien el entusiasmo por la cerveza y los licores.
En Francia el consumo por habitante cayó 70% en 60 años y el mercado podría contraerse 20% más en la próxima década, advierte el consejo interprofesional del vinos.
Fuente: AFP