El balance provisional del terremoto que sacudió Marruecos la noche del viernes al sábado se eleva a 1.305 muertos, anunció el ministerio del Interior este sábado. El temblor había causado igualmente 1.832 heridos, «de los cuales 1.220 en estado grave», indicó el ministerio en un comunicado.
Es tal el desespero de los damnificados que están buscando refugio lejos de la zona del desastre. Y uno de los hoteles que abrió sus puertas para acogerlos es el del futbolista portugués Cristiano Ronaldo.
Cristiano Ronaldo, a través de sus redes sociales, expresó su profunda preocupación por la tragedia y anunció que el Hotel Pestana CR7 en Marrakech estaría disponible para servir como refugio para aquellos que lo necesiten. «Mi corazón está con el pueblo de Marruecos en este momento tan difícil. Espero poder ayudar de alguna manera», declaró el futbolista portugués.
Se trata del Pestana CR7 Marrakech, un hotel de cuatro estrellas, catalogado casi de lujo, que se encuentra a las afueras de la ciudad y que tiene piscina al aire libre, centro fitness, jardín y terraza, además cuenta con restaurante y bar.
Algunos ciudadanos españoles han relatado que el hotel les ha abierto sus puertas como refugio.
«Los hoteles lo mismo. Tuvimos que venirnos a la zona nueva de Marrakech, donde hay más hoteles de lujo, por decirlo de alguna manera. Ahora hemos conseguido que el hotel de Cristiano Ronaldo, que está a las afueras, nos den una habitación«, dijo una damnificada a RTVC española.
El hotel dispone de diferentes tipos de habitaciones que pueden servir como lugar seguro de algunos afectados por el terremoto.
La selección de fútbol de Marruecos debía enfrentarse este sábado en Agadir a Liberia, en un partido de la fase de clasificación para la Copa de África de Naciones, pero el encuentro quedó aplazado por el terremoto. El devastador seísmo ha dejado, hasta el momento, 1.037 muertos confirmados y 1.204 heridos en una decena de provincias del país norteafricano.
El seísmo, de magnitud 7, tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada unos 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech, en una zona en la que, según los expertos, no se esperaba que pudiera darse un terremoto de tanta fuerza.