La nadadora Anita Álvarez acababa de terminar su rutina cuando se desmayó antes de salir del agua en el Mundial de natación que se lleva a cabo en Budapest. La deportista estadounidense fue rescatada inmediatamente por su entrenadora, la española Andrea Fuentes.
Las autoridades informaron que la nadadora estaba bien de salud tras sacarla del agua. Pero la que se encargó de relatar lo sucedido fue la propia Fuentes, quien salvó a su pupila con la decisión de sumergirse hasta el fondo de la pisicina en la Isla Margarita. “Ha sido muy intenso. Los médicos le han tomado las constantes vitales y al acabar todo estaba bien, tenía el corazón y la presión normales, pero el tema es que no respiraba”, dijo la entrenadora.
“Creo que ha estado dos minutos al menos sin respirar porque tenía los pulmones llenos de agua, pero la hemos podido llevarla a un buen sitio, ha vomitado el agua, tosido y ya está, pero ha sido un buen susto”, agregó Fuentes.
“Estoy que no me lo creo. Ha sido apoteósico, Anita no respiraba. He intentado despertarla a bofetadas y abriéndole la mandíbula”, sumó en su explicación.
Fuentes, de 39 años, es una de las grandes representante de la natación artística en la historia de los Juegos Olímpicos para España. Ganó cuatro medallas, tres de plata y otra de bronce, entre Beijing 2008 y Londres 2012.
Al ser consultada por cómo tomo la decisión de ir a buscar a su nadadora, Andrea apuntó contra los rescatistas que tiene la organización para actuar en casos como estos. “Normalmente, cuando acabas una coreografía estás tan cansado que lo primero que quieres es respirar, lo necesitas. Yo he visto que ella se iba hacia el fondo y me he dicho que no era normal. Llamé a los socorristas para que se tirasen al agua, pero no reaccionaban. Nadie venía y me he tirado”, explicó.
“He nadado hacia ella lo más rápido que he podido, creo que he nadado lo más rápido de mi vida, ni cuando era medallista olímpica, y al final la he cogido. Estaba ya en el suelo. No respiraba”, agregó.
Al mismo tiempo, explicó qué pudo haber producido el incidente que tuvo Álvarez, que no fue su primero. “Los deportistas ponemos el cuerpo al límite, ha descubierto hoy donde está su límite. A ella le pasó hace un año: simplemente se quedó un poco en la superficie, un poco inconsciente, pero no se hundió. Yo estaba a un metro, entonces la saqué. En nuestro deporte es algo que puede pasar porque estamos sin respirar durante mucho rato, con las pulsaciones muy altas, y a veces el oxígeno no llega donde tiene que llegar y nos desmayamos”.