Autoridades mexicanas exhumaron este viernes el cuerpo de la adolescente Debanhi Escobar para practicar una nueva autopsia que esclarezca las causas de su muerte, ocurrida en abril pasado, informaron fuentes oficiales y la familia de la joven.
Funcionarios del Servicio Médico Forense (Semefo), adscrito a la Fiscalía estatal de Nuevo León (norte), realizaron la diligencia en un cementerio del municipio de Galeana, según el reporte oficial.
Imágenes de los peritos con trajes blancos y de un vehículo de (Semefo) fueron difundidas por la prensa local.
“Esperamos poder encontrar la verdad” con los nuevos estudios, señaló a periodistas Mario Escobar, padre de la estudiante de abogacía de 18 años hallada muerta el 21 de abril dentro de la cisterna de un motel tras pasar 12 días desaparecida.
Su caso generó un inusitado interés en México, golpeado por una crisis de femicidios desde hace tres décadas, y en otros países, donde se viralizó una imagen de la joven sola en una peligrosa carretera momentos antes de su desaparición.
La necropsia oficial determinó que Debanhi había fallecido de un golpe en la cabeza, aunque sin determinar su origen.
Pero la autopsia privada gestionada por la familia, cuyos principales hallazgos fueron revelados por el diario español El País, indica que la adolescente fue violada y asesinada.
Según esos estudios, Debanhi presenta varias lesiones en la cabeza efectuadas por otra persona, por lo que “se trata de una muerte violenta homicida”.
Los nuevos análisis buscan “homologar criterios forenses sobre la causa de la muerte”, de acuerdo con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“¡Qué necesidad de haber llegado a este punto cuando se pudieron haber hecho bien las cosas desde un principio! Lo que queremos es creer nuevamente en la Fiscalía, en las autoridades, que se encuentre la verdad”, añadió el padre.
En México son asesinadas en promedio 10 mujeres diariamente, según cifras oficiales, la mayoría pertenecientes a sectores pobres. Muchos de esos casos corresponden a violencia de género.
Expertos opinan que la muerte de Debanhi, una universitaria de clase media, acercó esta experiencia a sectores sociales más favorecidos, generando un mayor impacto y presión social.