El rover Perseverance sigue en Marte y ha encontrado evidencias en las rocas de lo que pudo haber sido un río más caudaloso, profundo y rápido de lo que los científicos habían visto hasta ahora en el planeta.
Esas nuevas evidencias fotografiadas por el rover en el cráter de Jezero están llevando a replantearse cómo eran los entornos acuáticos en el antiguo Marte, pues entenderlos podría ayudar a los científicos en su búsqueda de indicios antiguos de vida microbiana que pudieran haberse conservado en la roca.
El río formaba parte de una red de cursos de agua que desembocaban en el cráter Jezero, la zona que el rover recorre desde que llegó a Marte hace más de dos años.
New images from @NASAPersevere may show evidence of what was once a wild and deep river on Mars. The observations are leading scientists to rethink how ancient water once flowed on the Red Planet. https://t.co/9XntSzDCtI pic.twitter.com/zel8bKx8X0
— NASA (@NASA) May 11, 2023
Perseverance está explorando ahora la parte superior de una pila de roca sedimentaria en forma de abanico de 250 metros de altura y con capas curvas que sugieren la presencia de agua fluyendo, informó este 11 de mayo el Centro de propulsión a chorro de la NASA en California (JPL).
Una de las preguntas que los científicos quieren responder es si ese agua fluía en arroyos relativamente poco profundos -más parecidos a los que el rover Curiosity encontró en el cráter Gale- o en un sistema fluvial más potente.
Cientos de imágenes tomadas por uno de los instrumentos de Perserverance han servido para crear dos nuevos mosaicos que sugieren un sistema fluvial más potente a la vista de los granos de sedimentos gruesos y cantos rodados.
«Esto indica que se trata de un río de gran energía que transporta muchos escombros. Cuanto más potente es el flujo de agua, más fácilmente es capaz de mover trozos más grandes de material», dijo Libby Ives, una de las investigadoras de JPL que opera el rover.
Hace años, los científicos observaron una serie de bandas curvas de roca estratificada dentro del cráter Jezero que llamaron «la unidad curvilínea», pues podían ver esas capas desde el espacio.
El equipo sigue estudiando las imágenes en busca de pistas adicionales e investigan bajo la superficie gracias al radar de radar de penetración en el suelo.