Un nuevo estudio de la agencia francesa de seguridad alimentaria (Anses) publicado este martes confirma por primera vez la existencia de una «asociación entre el riesgo de cáncer colorrectal y la exposición a los nitritos y nitratos».
El Centre Internacional de Recerca sobre el Càncer (CIRC), un organismo vinculado a la OMS, ya había advertido de los riesgos de estos dos componentes y había clasificado las carnes transformadas en la categoría de cancerígenas en 2015.
Según el CIRC, el consumo de embutidos es el responsable de al menos 4.300 casos anuales de cáncer colorrectal en Francia y podría estar también relacionado con el cáncer de estómago.
Los nitritos y los nitratos se utilizan para alargar la fecha de caducidad de los embutidos y para dar un color rosado a ciertos productos como el jamón dulce, pero también para evitar que proliferen microorganismos nocivos, entre los cuales bacterias que provocan enfermedades graves como el botulismo.
Los nitratos también se utilizan en el proceso de fermentación de algunos quesos y se encuentran de forma natural en la tierra, el agua y las verduras y hortalizas, especialmente en las verduras de hoja verde como la lechuga y las espinacas.
El gobierno francés ha anunciado que en otoño presentará un plan de acción para reducir los aditivos nitratos de los productos alimentarios. Asociaciones de consumidores francesas reclaman que se prohíban las dos sustancias en los embutidos, pero el sector argumenta que los nitritos y los nitratos son necesarios para evitar la formación de bacterias.
De hecho, el Ejecutivo descarta prohibirlos y solo prevé una regulación para reducir su presencia en los productos de charcutería. «Su disminución se tiene que hacer en un equilibrio que garantice la seguridad alimentaria del consumidor», afirma el gobierno en un comunicado publicado también este martes.