Maura tenía sólo cinco años cuando su mamá Patricia notó algo extraño en su cuerpo. Mientras le estaba pasando crema, vio lo que definió como «un porotito» debajo de su pezón. Un bulto que sabía que no era normal, pero que jamás imaginó que se trataba de un cáncer de mama.
“Los casos de cáncer de mama en menores de 14 años son muy escasos, casi nulos, son rarísimos, hablamos del 0,0001 %, no tenemos antecedentes porque es un caso único en el mundo”, explicó el mastólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Mario Pardo, a la agencia EFE.
La niña fue diagnosticada el pasado septiembre después de realizarse incontables exámenes médicos para dar con la causa que hacía que aquel «poroto» que tenía en el pecho creciera cada vez más.
Es que el tumor iba aumentando, pero los estudios médicos tomaban tiempo y los profesionales no consideraban que pudiera tratarse de uno cancerígeno debido a la inexistencia de casos similares.
“Han tenido un peregrinaje muy largo y en un comienzo los facultativos no daban crédito a lo que estaban viendo, por lo que la entrega del diagnóstico tomó mucho tiempo”, comentó a EFE Felipe Tagle, presidente de la Asociación Chilena de Pacientes Oncológicos, que acompaña a la familia en este camino.
El caso de Maura es extraño por tratarse de una menor. No obstante, también tiene una particularidad: es triple negativo, lo que significa que no tiene ninguno de los tres receptores (progesterona, estrógeno y proteína HER2) en los que normalmente se encuentra este cáncer y que facilitan el tratamiento y la evolución.
Esta es la principal diferencia que tiene con el diagnóstico más parecido al de ella: el de una niña de Estados Unidos a la que se le detectó un cáncer mamario a sus 10 años. Pero que no tiene esta particular dificultad.
El tratamiento de la pequeña Maura, oriunda de Quillota, unos 120 kilómetros al norte de Santiago, la capital de Chile, derivó en una operación de mastectomía -extirpación de la mama-.
Patricia Muñoz, su madre, relató: «El pezón creció mucho, se puso morado, era como un huevo. La operaron en agosto y casi dos meses después me entregaron los resultados de la biopsia, que incluso habían revisado en Santiago, y que decía que la niña tenía cáncer de mama».
Y agregó: «Fue devastador para la familia. A mi hija le extirparon todo, con ganglio incluido, y mi temor es que esto aparezca en la otra mama», añadió quien se movilizó para dar a conocer el caso de su hija y pedir ayuda para combatir la enfermedad.
La preocupación de la madre por el futuro de su niña
A la espera de más resultados para decidir cuál será el siguiente paso, la madre de Maura cuenta que investiga por Internet, se informa y busca opciones al respecto de la enfermedad y tratamientos, pero destaca que todas las posibilidades que se plantean “van ligadas a personas adultas”.
No obstante, desde que el caso se hizo público, la familia recibió la ayuda del Ministerio de Salud chileno y no descarta buscar apoyo y soluciones a nivel internacional.