Científicos han descubierto una formación anómala de granito radiactivo que ha estado liberando calor lentamente bajo la superficie en un cráter en la cara oculta de la Luna. Este hallazgo inesperado podría brindar valiosas pistas sobre la historia de nuestro satélite natural.
Aunque parezca sacado de una obra de ciencia ficción, se trata de vulcanismo ancestral. Durante mucho tiempo se ha sabido que la Luna tuvo campos de lava y erupciones en su pasado, pero nunca se había encontrado evidencia de un volcán más convencional, similar a los de la Tierra. Sin embargo, los astrónomos han observado lo que se encuentra debajo de los cráteres Compton-Belkovich y han llegado a una sorprendente conclusión.
Según un nuevo estudio publicado en la revista Nature a principios de este mes, se cree que un volcán inactivo desde hace aproximadamente 3.500 millones de años es la fuente de este inusual trozo de granito.
Nature research paper: Remote detection of a lunar granitic batholith at Compton–Belkovich https://t.co/SkhzHv97Iv
— nature (@Nature) July 6, 2023
«Es más parecido a la Tierra de lo que habíamos imaginado que podía producirse en la Luna, que carece del agua y de las placas tectónicas que ayudan a la formación de granitos en la Tierra», declaró en un comunicado el autor principal del estudio, Matt Siegler, del Instituto de Ciencias Planetarias de Tucson (Arizona).
En su artículo, los investigadores sostienen que la existencia de granito bajo la superficie sugiere que la cara oculta de la Luna, la cual ha sido menos explorada y siempre ha permanecido opuesta a la Tierra, albergó en su pasado temprano uno o varios volcanes que entraron en erupción hace aproximadamente 3.500 millones de años.
«Cualquier gran masa de granito que encontramos en la Tierra solía alimentar a un gran grupo de volcanes», afirmó Siegler.
Siegler y su colega Rita Economos, de la Universidad Metodista del Sur, descubrieron el calor con un nuevo método que utiliza microondas para medir las temperaturas del subsuelo a través de los orbitadores lunares Chang’E 1 y 2 de China. También utilizaron datos de los orbitadores Lunar Prospector y Lunar Reconnaissance de la NASA.
«Lo que descubrimos fue que uno de estos supuestos volcanes, conocido como Compton-Belkovich, era absolutamente brillante en longitudes de onda de microondas», dijo Siegler. «Lo que esto significa es que está caliente, no necesariamente en la superficie, como se vería en el infrarrojo, sino bajo la superficie. La única forma de explicarlo es que el calor adicional proceda de algún lugar situado bajo el objeto, en la corteza lunar más profunda. Así que Compton-Belkovich, que se cree que es un volcán, también esconde una gran fuente de calor debajo», agregó.
Fuente: DW Español