Científicos de la Universidad de Washington detectaron un extraño líquido caliente en el fondo del océano Pacífico frente a la costa oeste de Estados Unidos.
El descubrimiento fue totalmente fortuito. Se produjo gracias a un retraso que sufrió el barco oceanográfico RV Thomas G.Thompson a causa del mal tiempo. Mientras este estaba parado, el sonar alertó de la presencia de unas columnas de burbujas situadas a unos 1.200 metros de profundidad. La exploración posterior con un robot submarino reveló que las burbujas provenían de este escape.
A 80 kilómetros de la costa de Newport, Oregon (Estados Unidos), los científicos utilizaron un sonar de barco para identificar los penachos de burbujas que brotaban desde el fondo marino, a 1,2 kilómetros de profundidad.
Evan Solomon, coautor del estudio explica que líquido “salía del lecho marino como una manguera contra incendios» y que decidieron denominarlo «Oasis de Pythia”.
Un análisis reveló que este líquido era distinto al agua circundante: contenía litio y boro en cantidades extremas, pero mucho menos cloruro, potasio y magnesio. También tenía una temperatura 9 °C más caliente que la temperatura del fondo marino.
Entonces se descubrió que es como un lubricante que reduce la fricción entre las placas Norteamericana y Juan de Fuca, lo que les permite deslizarse entre sí.
El Instituto Geosfísico del Ecuador se pronunció refrente a este tema tras su divulgación en medio y redes sociales. Explicó que dicho estudio es «un análisis sobre la fuente de proveniencia de los fluidos y NO se establece ninguna relación de causa-efecto para la generación de un terremoto de fuerte magnitud».
Además recordó que: «la salida de fluidos en el fondo marino ha sido frecuentemente reportada desde hace varias décadas. Esta salida de fluidos ha sido observada tanto en las zonas de expansión, donde nueva corteza oceánica se está generando y la circulación de fluidos genera las conocidas fumarolas negras».
#ComunidadIG Desmentido sobre la relación de salida de fluidos del fondo oceánico y un futuro fuerte sismo (Magnitud 9+) en la zona de subducción.
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Este fenómeno natural se ha dado en otros sitios, según la institución, «sitios donde la corteza oceánica está siendo consumida (zonas de subducción) es decir, donde una corteza oceánica se mete por debajo de otra placa, como es el caso que ocurre frente a las costas de Ecuador, en la que la placa Nazca se sumerge debajo de la placa Sudamericana».
Se explicó que estos nuevos estudios están apuntando a que la presencia de fluidos generaría deslizamientos lentos (duraciones de días, semanas o meses) sobre las fallas, lo que implica que no se tendría sismos de fuerte magnitud. «Por ende, no hay ningún sustento para decir que la salida de fluidos es un premonitorio para la ocurrencia de un fuerte terremoto», indica el comunicado.