Los científicos han descubierto comunidades de criaturas costeras, incluidos diminutos cangrejos y anémonas, que sobreviven a miles de kilómetros de su hogar original sobre los desechos plásticos de la gran mancha de basura del Pacífico, un remolino de basura de 160.500 kilómetros cuadrados en el océano entre California y Hawai.
En un nuevo estudio publicado este lunes en la revista académica Nature Ecology & Evolution, un equipo de investigadores revela que docenas de especies de organismos invertebrados costeros han sido capaces de sobrevivir y reproducirse en la basura plástica que lleva años flotando en el océano.
Los científicos afirmaron que los hallazgos sugieren que la contaminación por plásticos en el océano podría estar permitiendo la creación de nuevos ecosistemas flotantes de especies que normalmente no son capaces de sobrevivir en mar abierto.
A diferencia de la materia orgánica, que se descompone y se hunde en cuestión de meses o, como mucho, de unos pocos años, los residuos plásticos pueden flotar en los océanos durante mucho más tiempo, dando a las criaturas la oportunidad de sobrevivir y reproducirse en mar abierto durante años.
«Fue sorprendente ver lo frecuentes que eran las especies costeras. Estaban en el 70% de los desechos que encontramos», declaró a CNN Linsey Haram, investigadora del Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura (NIFA, por sus siglas en inglés) y autora principal del estudio.
Haram señaló que aún no se conocen del todo las consecuencias de la introducción de nuevas especies en las zonas remotas del océano.
«Es probable que compitan por el espacio, porque el espacio es escaso en mar abierto, y por los recursos alimentarios, pero también es posible que se coman unos a otros. Es difícil saber exactamente lo que ocurre, pero hemos observado que algunas de las anémonas costeras se comen a las especies de mar abierto, así que sabemos que hay cierta depredación entre las dos comunidades», explica.
Aún no está claro cómo llegan estas criaturas a mar abierto ni cómo sobreviven allí. Se desconoce si, por ejemplo, se desplazaron en un trozo de plástico al que se adhirieron en la costa, o si fueron capaces de colonizar nuevos objetos una vez en mar abierto.
La gran mancha de basura del Pacífico, que tiene dos veces el tamaño de Texas, es la mayor acumulación de plástico oceánico del mundo.
La mancha está delimitada por un enorme giro, la mayor de las cinco enormes corrientes circulares giratorias de los océanos del mundo que atraen la basura hacia el centro y la atrapan allí, creando un vórtice de basura.
Matthias Egger, responsable de asuntos medioambientales y sociales de The Ocean Cleanup, una organización sin fines de lucro que desarrolla tecnologías para eliminar el plástico de los océanos, declaró a CNN que es un error pensar que la gran mancha de basura del Pacífico es una isla de basura.
«Si estás ahí fuera, lo que ves es simplemente un océano azul prístino», dijo Egger, que ayudó a la investigación de Haram recogiendo las muestras en la mancha, pescándolas con una red.
«Es como el cielo nocturno. Si miras hacia arriba por la noche y ves todos esos puntos blancos, eso es esencialmente lo que ves en la mancha de basura. No es tan denso, pero hay muchos… por ahí, empiezas a ver más y más plástico cuanto más tiempo miras», dijo.
La iniciativa The Ocean Cleanup calcula que en la mancha hay unos 1,8 billones de trozos de plástico que pesan unas 80.000 toneladas. La mayor parte del plástico que se encuentra en la mancha procede de la industria pesquera, mientras que entre el 10% y el 20% del volumen total se remonta al tsunami de Japón de 2011.