La pesadilla de cualquier madre de volvió realidad durante una cesárea. En Mexicali, México, doctores decidieron continuar con e procedimiento pese a que se quedaron sin luz, alumbrando con la linterna de sus celulares. Durante el nacimiento al bebé le cortaron parte de su oreja.
La madre, Karla Araceli Urizandi, inició un proceso legal por negligencia médica a los médicos de la Clínica Internacional de Especialidades.
“No me quiero operar así, no me quiero morir”, gritó Araceli, según lo que recuerda. Sin embargo lo médicos decidieron continuar con el procedimiento.
Afuero el padre del bebé, Julián Solís, contaba que el doctore le había de asegurado que iba a estar presente en la cesárea pero no fue así, le dijeron que estaban sin luz pero que el quirófano sí iba a estar iluminado.
Cuando Julián Adriel nació no se lo mostraron a la madre y cuando se lo entregaron al padre le explicaron que el peque nació con un hemangioma por lo cual procedieron a quitárselo y que con ello “se ahorraron 30.000 pesos (mexicanos)”.
Ahora el menor tiene ocho días de nacido, lo que quedó de su oreja está inflamado. Los padre temen que pierda la audición. Ahora un especialista revisa su caso.
El medio mexicano, Reforma, intentó obtener contactarse con la clínica acusada de negligencia pero nu hubo respuesta.