El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, confirmó este domingo 4 de julio, la retirada de las tropas ucranianas de la ciudad de Lisichansk, en Donbass, pero aseguró que los militares regresarían para reconquistarla una vez su país reciba suficiente armamento.
Zelenski sostuvo que tanto los sistemas HIMARS como otras «armas modernas» entregadas por «los socios» de Kiev «juegan un papel importante» en el conflicto con Rusia, pero también señaló que no es menos relevante «salvaguardar la vida de los soldados».
«Y si el mando de nuestro Ejército retira a personas de ciertos puntos del frente donde el enemigo tiene la mayor ventaja de fuego, en particular esto se aplica a Lisichansk, esto significa solo una cosa: regresaremos gracias a nuestras tácticas y al aumento del suministro de armas modernas. Ucrania no entrega nada», explicó el primer mandatario ucraniano.
Además, el vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, anunció que las fuerzas rusas han cerrado el anillo alrededor de la ciudad de Lisichansk. También destacó que «la agrupación militar ucraniana está completamente bloqueada en el ‘caldero'», lo que significa en lenguaje militar una zona donde el enemigo ha quedado rodeado.