La venezolana Yanelys tenía 26 semanas de embarazo cuando una madrugada fue al baño a hacer sus necesidades y sin darse cuenta su bebé cayó al inodoro y se golpeó. La dieron por muerta y la colocaron en un cartón, pero media hora más tarde escucharon los tiernos quejidos de quien ahora se llama Milagros.
Yanelys explicó que fue al baño «y sintió que algo cayó, y cuando ella se dio cuenta, era su bebé que cayó a la taza del baño», relató a Efe Catalina Campoverde, la pediatra del equipo de neonatología que atendió a la niña.
«Pujé y no pensé que me iba a salir el bebé. Me sorprendí, quedé en shock y cuando ya la vi, le llamé a mi hermana para que recoja al bebé del baño«, contó Yanelys a los doctores.
La hermana de Yanelys tomó a la bebé pero la dio por muerta pues «no se movía, no reaccionaba, estaba mezclada con orinas en el baño», relató la doctora.
«La sacó, la envolvió en un pañal y la puso en un cartón, mientras ayudaba a la madre», que estaba sangrando, pero treinta minutos después, la bebé empezó a reaccionar y llamaron al 911, reseñó Campoverde con base en las versiones de la tía de la niña.
El hecho ocurrió el pasado 24 de abril en el cantón Camilo Ponce Enríquez, de la provincia de Azuay, pero madre e hija fueron trasladadas al hospital más cercano para ellas, el Teófilo Dávida, de la ciudad de Machala, en la provincia de El Oro, a aproximadamente una hora de distancia.
Prematuro extremo
La bebé llegó en mal estado: «completamente cianótico, hipoactivo, hipotónico» y entró a cuidados intensivos neonatales con ventilación mecánica.
Se trató de un bebé prematuro extremo, con peso inferior a mil gramos, dijo Campoverde al anotar que la pequeña tenía síndrome de dificultad respiratoria y luego presentó sepsis neonatal, enterocolitis necrotizante (problema infeccioso abdominal), anemia y retinopatía.
Milagro
De 40 años y madre de una hija de 20, Yanelys Ríos es «muy, muy creyente de Dios», comentó Campoverde, quien ha estado 30 de los 74 días de permanencia atendiendo a la bebé, bautizada como Milagros porque es el vivo testimonio de algo extraordinario.
Fue bautizada así «en honor al milagro que sucedió, porque en realidad nosotros, incluso como médicos, pensamos que el bebé no iba a soportar todo el proceso de hipotermia, de acidosis con la que vino», señaló.
«La mamá súper preocupada, no se iba del hospital. Muy responsable», permaneció en el hospital todo el tiempo, aunque ya fue dada de alta, pero no abandonó un solo día a su hija, apuntó la doctora.
Por ello, en el hospital Teodoro Dávila creen que, además de la atención médica, la paciencia y el amor de la madre fueron de gran ayuda. Milagros salió del hospital en buen estado y con 2 000 gramos de peso.
«Me voy muy alegre y agradecida con el equipo de médicos que trataron muy bien a mi niña, quien a pesar de que estuvo tan mal hoy la tenemos sanita. Me voy a casa muy feliz con Milagros Nazaret«, dijo Yanelys, quien aparece en una fotografía con su sonriente bebé en brazos.
FUENTE: EFE.