La erupción de un volcán situado al sur de Reikiavik, capital de Islandia, bajó en intensidad el miércoles y los islandeses recuperaron poco a poco una vida normal ante «la fuerza de la naturaleza».
«La fuerza de la erupción ha disminuido con el paso de las horas, así como el impacto sísmico y la deformación» del suelo, indicó la oficina meteorológica islandesa en un mensaje de actualización, publicado poco antes de las 11h00 GMT.
La erupción representa la cuarta en los últimos años y tuvo lugar a unos tres kilómetros de la pequeña localidad de Grindavik, evacuada a principios de noviembre por una gran acumulación de magma.
Fuente: AFP