Luis Garavito, el mayor asesino serial de Colombia donde agredió sexualmente, torturó y mató a al menos 170 niños murió este jueves mientras cumplía condena, informó la autoridad carcelaria.
Conocido también como «La Bestia» o «el Monstruo de Génova» (su poblado natal), Garavito murió a los 66 años en una clínica de Valledupar (norte) por «múltiples afecciones», dijo a periodistas el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).
Cumplía una condena de 40 años tras las rejas desde 1999 y había sido diagnosticado con cáncer en un ojo y leucemia.
Inicialmente la sentencia fue de más de 800 años, pero la pena máxima en Colombia es de cuatro décadas.
La justicia lo encontró culpable del abuso sexual y asesinato de al menos 170 menores de edad desde 1980 hasta su detención.
Crónicas periodisticas y registros de las autoridades relatan su modus operandi de extrema crueldad para engañar a los menores y luego matarlos en zonas apartadas.
A algunas de las víctimas, en su mayoría hombres, les cortaba sus órganos reproductores después de muertos y se los insertaba en la boca.
Garavito confesó también haber cometido también crímenes en Ecuador y Venezuela. En 2014, la justicia ecuatoriana lo solicitó en extradición, pero Colombia respondió que debía cumplir primero la condena en su país.
En ausencia, Ecuador lo sentenció a 22 años de prisión.
De acuerdo con su propia confesión, Garavito se hacía pasar por indigente, monje o vendedor para convencer a los niños a acompañarlo. Les ofrecía dinero y regalos.
Cuando las autoridades lo capturaron en 1999 en una zona rural de Villavicencio (sur), acababa de intentar raptar a un niño.
Desde la cárcel, detallaba con cinismo su historial delictivo y aseguró haberse convertido al cristianismo.
«Yo ya me perdoné (…) Ya lo hecho, hecho fue. Y yo qué me voy a ponerme a martirizar», dijo en 2004, al canal RCN.
En las últimas fotografías suyas conocidas aparecía demacrado y con una herida en el ojo izquierdo.
FUENTE: AFP.